martes, 29 de enero de 2019

Oficios extinguidos de Guadalcanal


Aquellos carboneros y cisqueros 

Entre la nómina de los de los oficios penosos que afortunadamente han desterrado las nuevas tecnologías se encuentran los de carboneros y cisqueros, estos oficios estaban extendidos por la comarca de la Sierra Norte y por consiguiente en nuestro pueblo hasta el último tercio del pasado siglo.

Son muchos los sectores laborales que han caído en desuso con el paso del tiempo y los adelantos tecnológicos. De la misma forma, todas aquellas palabras que designaban los modos, los utensilios, los medios y las costumbres que rodeaban a estos trabajos se han ido perdiendo o se han aplicado a realidades diferentes casi siempre relacionadas de alguna manera con el significado primitivo.

Como otras tareas manuales tenían su propia jerga o expresión, identificadas con topónimos o palabras que no siempre recoge el DRAE o se identifican con otros significados, a continuación relaciono algunas de estas palabras que tenía archivadas en uno de tantos apuntes que completamos Leopoldo Tena y yo, recogidos en una de esa charlas de mesa camilla.


Ø Boliche o bolichero, especie de horno donde se fabricaba el carbón.
Ø Cisquero, boliche más pequeño o residuos de estos que quedaban una vez extraídos el carbón.
Ø Armar un bolichero o empendolar, preparar, cargar y tapar con tierra un boliche para comenzar a hacer el carbón.
Ø Atizar y candelear.- Abrir la tronera meter troncas o ripios o hacer aberturas para atizar el horno.
Ø Reciscar, apagar lentamente la candela para terminar el proceso.
Ø Ripios, leña menuda para preparar la cama de la estructura o atizarla.
Ø Tronca, leña gruesa o trocos generalmente de olivo o encina.
Ø Chasca, ramajes u hojarascas que se colocaba encima de las troncas y los ripios para facilitar su combustión.
Ø Encharcar, acción de rellenar de chasca y/o maleza utilizada para avivar el fuego, introducidos por la tronera o boquete.
Ø Tronera, especie de aperturas o puertas en los costados utilizada para recargar el boliche.
Ø Boquete, piteras o caños, hendiduras hechas en la parte alta del horno utilizada de respiradero o chimenea.
Ø Chillarrera o zorruno, exceso calor cuando el horno estaba en pleno apogeo e impedía acercarse al horno.
Ø Badilár, acción de atizar el horno con una vara larga o trashoguero.
Ø Trashoguero, vara larga que se utilizaba para atizar el horno o boliche.
Ø Aterrar, cubrir o enterrar el horno una vez armado.
Ø Anafe, montón que se separaba del horno con las ascuas y los rescoldos, una vez hecha la saca par convertir en borrajo.
Ø Copa, base del horno o boliche.
Ø Chairo, olor o humo peligroso que impedía acercarse.
Ø Borrajo, cenizas y residuos sacados del horno.
Ø Saca o embrocar, deshacer el horno y separar el carbón y el cisco.
Ø Siquitraque, cuando las llamas o flamas estaban fuera de control.



Algunas de estas palabras las recuerdo vagamente de mi niñez, sí que recuerdo perfectamente cuando  mi padre y mi tío Ramón que eran “aparceros” en las tareas de hacer cisco, tarea que esporádicamente hacían para abastecimiento de nuestras casas, la de mis abuelos y resto de familiares, así como para sacarse cuatro míseros duros ennegrecidos por el trabajo como el color del resultado.




Grupo recuperación de patrimonio de Guadalcanal


Enero 219