Oficios artesanales desaparecidos en Guadalcanal
Lamentablemente,
los oficios artesanales que tantos puestos de trabajo dieron a Guadalcanal
están desapareciendo, esto nos lleva a un pueblo sin actividad y sin vida.
Hoy
queremos hacer un homenaje a un sector social que durante el pasado siglo (hace
menos de veinte años), era un tejido artesanal de gran dinamismo en
Guadalcanal, las carpinterías, que encontrábamos en nuestras calles, entre
ellas, en la calle Feria estaban Rafael Torrado, Rafael Barragán Guerrero, Ignacio Criado
Gómez, Manuel Pérez Vázquez (posteriormente (Ernesto Pérez Vázquez y Antonio Rodríguez
Aguilar); en Antonio Porras estaba la de Isidro Muñoz Pérez; en el Pilar la de
Ignacio Núñez Muñoz; en Av. Constitución Carmelo Gallego Pineda y Antonio Serna
Duran (especializado en carros y ruedas); Francisco Gallego Torrado en la calle
Sevilla; Juan José Nogales Muñoz en la calle Andalucía; en Tres Cruces Carmelo
Caldera Carreras e Ignacio Criado Gómez; Jesús Escote Vázquez en Concepción; Cándido Escote Vázquez en Santa
Clara; Hermanos Nogales en la ctra. de Llerena, y seguro que alguna nos
dejamos.
Hoy
queremos hacer un pequeño homenaje a La Serradora de Tres Cruces y
especialmente a José Caldera Ramos “Joseito” por la “fabricación
artesanal de sillas” y su hermana María del Monte por la elaboración de
los asientos de enea para las mismas y la enseñanza que impartieron en un
taller de empleo, lástima que no siguiera esta tradición, nos comentan Domingo
y Carmelo alumnos de este taller y compañeros en la asociación.
El
oficio de la carpintería artesanal, consistía en trabajar la madera y sus
derivados con técnicas manuales, fue una ocupación generalizada en Guadalcanal,
sobre todo la destinada a la fabricación de sillas de elaboración y acabado de
esqueletaje de madera y la confección de asientos de enea, con incorporación de
tareas de talla y adornos, torneado y barnizado, así, la sillería y la labor de
torneado se convirtieron en modos de subsistencia para algunas familias de
nuestro pueblo.
Pero,
los talleres existentes no pudieron competir con la producción masiva y mecanizada
de otras fábricas, los artesanos abandonaron esta actividad o emigraron y algunos
talleres fueron despareciendo, actualmente se compran estos artículos en
grandes superficies o por internet, de dudosa calidad y procedencia y las
maravillosas obras de arte que heredamos de nuestra familia se ven arrinconadas
y en desuso por falta de taller que reponga los palos o los asientos
deteriorados.
Proceso
artesanal. - El primer proceso consistía en labrar los troncos
que llegaban en bruto al taller para obtener tablas o tablones. Primero se
desbastaban los citados medios troncos. Posteriormente, los troncos se seleccionaban
y sucesivamente se cortaban longitudinalmente en secciones de distintos
espesores. Una vez obtenidas, las tablas se apilaban en castilletes para que el
aire circulara entre las piezas favoreciendo el secado de la madera.
Las
piezas que se requerían eran sucesivamente escopleadas y barrenadas, proceso
que consistía en realizar perforaciones en la madera mediante el uso del
escoplo y del barreno para permitir el ensamblaje final de la silla. Pulidas las
piezas destinadas al torno necesitaban ser previamente canteadas. El
procedimiento consistía en rebajar las esquinas de la pieza "para
ponerla redonda para el torno" mediante el uso de la sierra de
cinta, de tal manera que la sección de la madera se vuelva octagonal. Torneado
Las extremidades de la pieza se sujetaban en los brazos del torno que, una vez
activado, hacia girar la pieza sobre su eje horizontalmente en un movimiento
constante que permitía darle forma y pulirla mediante el uso de limas de
distinto grosor.
Una
vez concluidas todas las piezas, se procedía a su ensamblaje mediante el uso de
cola y la colocación de puntillas. La silla así obtenida podía ser barnizada o
pintada, si el comprador lo requiera, antes de pasar al trabajo de confección
del asiento en enea, que consistía en un trabajo aún más artesanal y en el
proceso de acabado del producto.
Las
Herramientas y utensilios que se utilizaban eran, sierra mecánica constituida
por un disco de acero cuyos dientes emergen de una abertura colocada en el
plano de trabajo y que gira alrededor de su eje a gran velocidad. Cepillos, máquina
eléctrica formada de un bastidor que soporta el plano de trabajo rectangular,
compuesto de dos mesas horizontales entre las cuales está situado el árbol
porta cuchillas. Escoplos, herramienta de hierro acerado, con mango de madera,
de unos tres decímetros de largo, sección de uno a tres centímetros en cuadro,
y boca formada por un bisel. Piezas metálicas labradas de distintos diámetros
con mango en forma de "T". Sierras de cinta. Sierra eléctrica formada
por una tira metálica dentada, larga, estrecha y flexible que se desplaza sobre
dos ruedas que se encuentran en el mismo eje vertical con un espacio entre
ellas. Tornos, formado por dos ruedas unidas por un eje horizontal, primero
manuales y luego adaptado a electricidad.
Las piezas se sujetan en unas
mordazas que hacen que estas giren a velocidad adaptada al proceso de refinado
y puedan ser trabajadas con limas especiales de tornero. Martillos, mazo de
hierro o acero enastado en un mango de madera. Tornillo de banco, mordazas metálicas
dispuestas con la línea de sujeción horizontal. Limas, utensilios de acero
templado, con la superficie finamente estriada en uno o en dos sentidos. Gubias,
herramienta cortante con mango que se utiliza para ahuecar. La hoja es de
sección acanalada a tal efecto.
Productos
que se fabricaban, sillas de diferentes estilos, como sevillana, baja, alta,
chica, mecedoras, basta, de costura, de zapatero, sillones para niños y sillones
de dos y tres plazas.
Joseito
nos dejó en septiembre de 2013, fue una persona peculiar y muy querida en su
pueblo, dejó su legado de muebles sencillos, pero de gran belleza y perfección
de acabado.