miércoles, 8 de noviembre de 2017

Presentación.-

  
Desde nuestro “Grupo de Guadalcanal Recuperación Patrimonial”, pretendemos dar a conocer las tradiciones locales que sirvieron a nuestros antepasados para manifestar sus sentimientos y emociones, investigamos sobre una época donde la comunicación no estaba supeditada a las tecnologías y la gente se manifestaba con lo que tenía a mano, pero no por ello era menos expresiva y dinámica.
La primera de nuestras tradiciones perdidas que hemos empezado a estudiar consiste en arrojar tiestos de barro ya inservibles para su uso cotidiano los zaguanes de los vecinos.
Según nos cuentan los mayores, esta costumbre día de los Santos y fue evolucionando y cambiando a lo largo del tiempo. En un principio, los tiestos se tiraban al zaguán de las casas que habían sufrido la pérdida de un  familiar recientemente. Según las características de dicho familiar el tiesto iba lleno de diferentes elementos.
Así, si el difunto era un niño de corta edad, al tiesto se le llenaba  al tiesto se le llenaba de harina, en señal de la pureza de su  alma; si el familiar muerto había sido buena persona, el tiesto se llenaría con agua, elemento que desde las culturas mas ancestrales está relacionada con la energía positiva que le acompañaría en la otra vida; y si por el contrario el difunto había tenido mal comportamiento en el pueblo, el tiesto se llenaba de basura maloliente.
Parece ser que esta tradición se mantenía durante los meses del invierno ya fuera como broma, agravio o cortejo, llegando a  su mayor apogeo en los días del carnaval, donde se jugaba en corro tirándose  los tiestos de mano en mano, para después  tirarlos  llenos de cristales,  tierra, cenizas, etc.  En las casa de las mujeres más primorosas y  fastidiosas del pueblo, esta costumbre se simultaneaba con los llamados “sajumerios”, estos consistían en un cacharro roto lleno de ceniza caliente revuelta con guindillas y restos de los cascos del herraje de las bestias, cuando todo ello se quemaba el hedor se esparcía  por la casa y sus habitantes tenían que salir fuera, por lo general eran cosas de jóvenes, desmanes  propios de quienes buscaban diversión  en las noches del frio invierno, antes de la llegada de la cuaresma y su obligatorio recogimiento.
Volviendo a la fecha en la que estamos (los santos), no solo era tradición, la de tirar los tiestos en los zaguanes ,por estas fechas ,en Guadalcanal ya se había ido el verano, las hojas del palacio se arremolinaban delante de la puerta de la iglesia presagiando lluvias, en las huertas los hombres sembraban los ajos, las cebollas  y el olivar ya lucia en su esplendor barruntando la próxima cosecha, las mujeres hacían la “carne de membrillo” y ponían las aceitunas en salmuera, ya se habían arreglado los nichos el día de los difuntos, iría toda la familia engalanada con sus mejores ropas de invierno a visitarlos, los monaguillos pedían por las casas algunas viandas propias de la época, para entretener la noche de los difuntos mientras doblaban las campanas en la torre, noche está en la que se juntaba la familia en una cena llena de recogimiento y recuerdos.
Igualmente era tradición que aquella noche se hacían los primeros “dediles” hechos de bellotas  para coger la aceituna y se obsequiaba a los menores de la casa con un dulce (higos pasas con el interior de la bellota).
Nuestra intención es recoger los testimonios de nuestros mayores y así poder entender nuestra historia local.
Durante los días 3 y 4 de Noviembre, nos hemos presentado para explicar y conversar los nuestros paisanos y amigos en la sala de cultura del Cebollino.
En ella hemos presentado una exposición recordando los productos tradicionales de otoño en Guadalcanal y una presentación de tradiciones y utensilios olvidados.
Igualmente hemos intercambiado opiniones que las personas que nos han visitado de oficios y tradiciones olvidadas.
Se han degustado castañas asadas y unas migas  para todo el que ha tenido a bien asistir y apoyarnos.
Nos hemos divido en varios grupos de trabajo, nuestra intención es trabajar por lo anteriormente mencionado, costumbres, tradiciones, recuperación de la historia de  nuestro patrimonio, trabajos manuales que hasta no hace muchos años daban trabajo a nuestros mayores y otros proyectos que iremos presentando.

¡Entre todos volveremos a recuperar nuestras costumbres y tradiciones perdidas!

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