lunes, 22 de octubre de 2018

Guadalcanal zona minera 1

Vista del área de la mina

La Mina de San Francisco o Potosí

Guadalcanal se encuentra en una zona de mineralización asociada a filones hidrotermales Pb-Zn-Cu-Ag de la Zona de Ossa Morena (en el flanco Sur del Macizo Hercínico) y una mineralización cuprífera enmarcada en materiales de la serie lutítico-carbonatada del Cámbrico. En sus sierra y valles se encuentra más de un centenar en desuso de minas, pozos y prospecciones mineras de plata, plomo, cobre, hierro, carbón y otros metales.
Su nombre está, históricamente unido a la riqueza minera desde que a mediados del siglo XVI se descubriera la célebre mina de plata de Pozo Rico, por el lugareño Martín Delgado, en realidad, según referencia de los historiadores, el alfoz minero de Guadalcanal  está ligado a la minería desde la prehistoria, pasando por las épocas  fenicia, romana, visigoda, musulmana, medievo, moderna y hasta el último tercio del siglo XX.
Mapa de localización desde el término urbano
Presentamos el estudio de otra mina de este término municipal con sedimentos de cobre, la Mina de San Francisco o Potosí, la más cercana del casco urbano, se encuentra a unos 600 metros en el paraje conocido como la piedra de Santiago, tal vez no tan conocida como la de Pozo Rico, pero que merece ser igualmente conocida. Esta mina se desarrolló en el interior de una cavidad natural conocida localmente como Cueva de San Francisco, formada por efecto de la karstificación de un macizo calizo y posteriormente remodelada su morfología interior por varias fases de labores mineras, que se extienden desde la Prehistoria hasta el siglo XIX de nuestra era. Quedan constatadas las diversas épocas en que estuvo activa la mina a través tanto de los restos arqueológicos hallados ínsito, como de las morfologías de las galerías y las huellas dejadas por las diferentes técnicas de extracción aplicadas.
Levantamiento topográfico de la mina de San Francisco
Un último trabajo de levantamiento topográfico de la cavidad ha permitido constatar la importancia del papel de los agentes geológicos en su formación y sectorizar la cueva-mina en sus diversas fases de explotación. Con esta investigación se pretendió poner de manifiesto el interés de la Cueva de San Francisco o Mina de Potosí, por la riqueza de conocimiento que genera la combinación de su formación geológica con la interpretación de los datos arqueológicos registrados.
La mineralización cuprífera correspondiente a la Mina de Potosí se sitúa en terrenos considerados geológicamente de la serie lutítico-carbonatada del Cámbrico, muy cerca del contacto con la formación Precámbrica de Loma del Aire, cuyo límite pasa por la misma población de Guadalcanal.
Los últimos datos que se tienen sobre esta explotación se remontan a mediados del siglo XIX. En esa época la mina, como otras muchas en el SO de la Península Ibérica, se vuelve a poner en explotación. Lo que singularizó y dio a conocer por entonces la mina de San Francisco o Potosí fueron los hallazgos que se produjeron al reiniciarse los trabajos mineros.
Estos hallazgos llamaron la atención a ilustres mineros contemporáneos, como Ezquerra del Bayo, que la visitó en agosto de 1845, y que informa que durante el desatoramiento de trabajos antiguos se llegaran a encontrar hasta 17 esqueletos humanos, según él atrapados por un repentino hundimiento. Además de los restos humanos se encontraron "una porción de utensilios; unas tenazas de hierro y un martillo, muchas hachas de piedra, vasijas toscas de barro, y unas tibias de carnero afiladas en punta muy aguda" (Ezquerra del Bayo, 1850: 491). Para la datación de los restos propone el siglo II d.C. ya que entre los restos se encontraron algunas monedas del emperador Maximino, del siglo II d.C., fecha que da a los trabajos mineros, además de paleolíticos a los más antiguos.
Así, en general, se trataría de una mina realizada en un complejo en parte de formación natural, que habría sido trastocado, en un grado elevado pero aún por determinar, por las labores mineras. Las superficies interiores están recubiertas por capas de carbonatos cálcicos, sólo pudiéndose apreciar detalles en las zonas en que éstas están ausentes o han sido perforadas. Este aspecto es interesante para trabajos futuros, ya que Patrimonio geológico y minero en el marco del Desarrollo Sostenible (Isabel Rábano, ed.)
A finales del siglo XIX se relacionan dos cuevas con el nombre de San Francisco en el término de Guadalcanal; una de las cuales, que es la que ahora se trata, se describe brevemente como “Grauwackas cambrianas” (Puig y Larraz, 1897).
Los elementos que ofrecieron mayor precisión cronológica fueron los fragmentos cerámicos. El conjunto de cerámicas realizadas a mano se dató en un momento de transición entre el Calcolítico y la Edad de Bronce. Los fragmentos más característicos de cerámica a torno documentados, SF6, con decoración pintada en bandas, y SF7, Terra Sigillata Clara C, permitieron su adscripción a dos momentos diferenciados: periodo turdetano y época imperial romana, siglo lll d. C. Esta última fase también estaría documentada por las monedas descritas y fechadas ya en el siglo XIX (Ezquerra del Bayo, 1850).
En base a los datos históricos y las evidencias arqueológicas fueron propuestas 4 fases diferenciadas de actividad minera (Hunt Ortiz, 2000):
Ø Calcolítico Final, con utilización de Mazas Con ranura e instrumentos de hueso, “tibias de carnero” apuntadas.
Ø Fase Turdetana.
Ø Fase Romana imperial, ambas con uso de herramientas de hierro.
Ø Fase Moderna, del siglo XIX, con utilización de explosivos alojados en barrenos, de los cuales hoy día se conservan evidencias. 
Por otra parte, en una escueta noticia periodística que se publicó sobre el descubrimiento se dice que: "Estándose dando un barreno en el pozo de mina abierto (...) para explotar un filón de cobre que a las cuatro varas de profundidad se presentó, se ha descubierto una galería antigua de 70 varas de longitud (una vara equivale a 83.6 cm, por lo que la galería tendría algo más de 58 m) (...) es además interesantísimo para la historia, por cuanto dicha galería parece ser muy antigua en razón a estar abierta a pico, y por los jarros con inscripciones que no han podido leerse que se han encontrado dentro de la misma". Se mencionaba, además, que esa galería llevaba dirección hacia el convente de San Francisco.
En la visita que realizó Ezquerra del Bayo en agosto de 1845 a la explotación (bautizada “con el pomposo nombre de Potosí”), afirma que se encontraba “junto a la población misma de la villa de Guadalcanal” (Ezquerra del Bayo, 1850). El calificativo de “pomposo” utilizado por del mundo: en la época inicial se hablaba de Una ley de metal del 50%, aunque eso sólo duró unos pocos años. Por todos estos motivos, muchas minas tomaron su nombre, con la ilusión de obtener resultados tan sustanciosos como en los Andes bolivianos.
Quedan constatadas, por tanto, las diversas épocas en las que estuvo activa la mina a través tanto de los restos arqueológicos hallados in situ, como de las morfologías de las galerías y las huellas dejadas por las diferentes técnicas de extracción aplicadas y las labores de acceso acometidas. El  levantamiento topográfico de la cavidad aplicando metodología que habitualmente se utiliza en espeleología, ha permitido, a grandes rasgos calibrar la importancia de los agentes geológicos en su formación y establecer una sectorización preliminar de la cueva-mina en sus diversas fases de explotación.




Grupo recuperación de patrimonio de Guadalcanal
 Octubre 2018

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